No sé si el músico es un "obrero" desde las perspectivas que enaltecen el trabajo como "esfuerzo" por sobre la libertad de dedicarnos a lo que queremos... "El que trabaja es digno de su salario". "Me rompí el lomo para tener lo que tengo". "Años estudiando música". Etc...
Lo que es importante señalar es que el músico no tiene los medios de producción.
La utopía decía que cuando se haya alcanzado una determinada etapa tecnológica, ya no sería necesario trabajar para vivir porque las máquinas harían todo. Hombres y mujeres serían libres para dedicarse a lo que quisieran, incluido el trabajo, pero no como una carga ni como una obligación.
Ese día parece no querer llegar para las masas obreras.
Así como el músico parece no querer ser libre; mientras en el "mejor" de los casos anhela ser dueño y propietario la mayoría se conforma con ser empleado.
Imitando toda la tradición gremial argentina, queremos ser clase media, libres de elegir qué consumir: para nada nos interesa decidir libremente qué se produce.
¿Qué haríamos si tuviésemos a disposición instrumentos musicales, estudios de grabación, salas de presentación, radios, canales de televisión...?
¿Haríamos programas, shows, grupos, ensambles para qué...? ¡Para ganar dinero obvio! Ir de vacaciones, comprar el auto y ropa nueva...
¡Consumir, consumir y consumir!
Por que todo se resume a usar
nuestros medios para conseguir los fines que
todo el mundo persigue.
Discutimos sobre los medios de comunicación y cómo se evidencian sus intereses, sus fines, sus principios... Y no somos capaces de ver que la música es un medio también, y como tal, se deben discutir sus fines y sus principios.
Queremos poseer los "medios de producción": ¡Pero ninguna revolución! ¡Qué transformación de la cultura ni que nada! ¿Qué toma de conciencia?, ¡Tomemos Fernet! ¡Viva la fiesta! ¡Viva el consumo de sustancias, sabores, sonidos, información...!
Usar la
industria de la música para fomentar la cultura es usar
la guerra para establecer la paz...
Es una cuestión de principios la diferencia entre la "industria cultural" y la "cultura", en su acepción filosófica que significa modos de ser y hacer de los pueblos.
Basta de intentar "vivir de la música" y tratemos (aunque sea un poco) de "vivir para la música".