21 noviembre 2014

Musiclista

Estoy pedaleando la subida en mi bici tipo "inglesa" (o mormona). La tengo hace siete años. Debe tener más de 50.000 kilómetros.
Uso la bici para transportarme, para movilizarme. No compito en carreras aunque me gusta alcanzar la máxima velocidad. Los días de lluvia reniego porque no me gusta mojarme.

Estoy componiendo unas canciones con mi viola tipo "330" (o beatle). La tengo hace casi dos años. Debe tener más de 30 canciones.
Uso la viola para transportarme, para explicarme. No compito en carreras aunque me gusta alcanzar la máxima sonoridad. Los días de lluvia reniego porque no me gusta mojarme.

¿Qué es la música entonces? Simplemente una forma de vida, nuestros hábitos y costumbres... es cultura.

"Colectivos culturales" con recorridos y circuitos todos conocemos con precio populares, alquiler de "salas de estacionamiento" donde practican conducción los aprendices crónicos, periodistaxistas, nuevas concesionarias de grabación donde comprás el sonido de una banda importada: con papeles, seguro y patente (chapa).
Todos pagan el impuesto vial a SADAIC para moverse en el bacheado asfalto de la escena local y religiosamente se sacan selfies cada vez que pasan por las luces de los peajes-escenarios locales.

Frente al tráfico y la contaminación de la industria cultural, yo me subo a mi guitarra y pedaleo.
A todos nos lleva la música... la diferencia es cómo y a dónde nos lleva.
Un músico tracción a sangre: un musiclista.

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