30 septiembre 2014

Los medios de producción.

No sé si el músico es un "obrero" desde las perspectivas que enaltecen el trabajo como "esfuerzo" por sobre la libertad de dedicarnos a lo que queremos... "El que trabaja es digno de su salario". "Me rompí el lomo para tener lo que tengo". "Años estudiando música". Etc...

Lo que es importante señalar es que el músico no tiene los medios de producción.
La utopía decía que cuando se haya alcanzado una determinada etapa tecnológica, ya no sería necesario trabajar para vivir porque las máquinas harían todo. Hombres y mujeres serían libres para dedicarse a lo que quisieran, incluido el trabajo, pero no como una carga ni como una obligación.
Ese día parece no querer llegar para las masas obreras.
Así como el músico parece no querer ser libre; mientras en el "mejor" de los casos anhela ser dueño y propietario la mayoría se conforma con ser empleado.
Imitando toda la tradición gremial argentina, queremos ser clase media, libres de elegir qué consumir: para nada nos interesa decidir libremente qué se produce.

¿Qué haríamos si tuviésemos a disposición instrumentos musicales, estudios de grabación, salas de presentación, radios, canales de televisión...?
¿Haríamos programas, shows, grupos, ensambles para qué...? ¡Para ganar dinero obvio! Ir de vacaciones, comprar el auto y ropa nueva...
¡Consumir, consumir y consumir!
Por que todo se resume a usar nuestros medios para conseguir los fines que todo el mundo persigue.

Discutimos sobre los medios de comunicación y cómo se evidencian sus intereses, sus fines, sus principios... Y no somos capaces de ver que la música es un medio también, y como tal, se deben discutir sus fines y sus principios.

Queremos poseer los "medios de producción": ¡Pero ninguna revolución! ¡Qué transformación de la cultura ni que nada! ¿Qué toma de conciencia?, ¡Tomemos Fernet! ¡Viva la fiesta! ¡Viva el consumo de sustancias, sabores, sonidos, información...!
Usar la industria de la música para fomentar la cultura es usar la guerra para establecer la paz...

Es una cuestión de principios la diferencia entre la "industria cultural" y la "cultura", en su acepción filosófica que significa modos de ser y hacer de los pueblos.

Basta de intentar "vivir de la música" y tratemos (aunque sea un poco) de "vivir para la música".

3 comentarios:

Juan Andrés Frank dijo...

leyendo pensé en este video... sobre todo la parte del "minuto de libertad":
http://youtu.be/oUCACNeXlC0?t=25m29s

Juan Andrés Frank dijo...

Otra cosa que tu escrito me recordó, o me interesó vincular eso con esto que escribís es lo siguiente:
el esfuerzo que se está haciendo en nuestra carrera por buscar cómo profesionalizar la carrera... la sociología y lxs sociólogxs, cuando, entre algunxs, pensamos que se trata de ser capaces de construir nuestros espacios de trabajo, de producción, de creación de contenidos, de encarar proyectos... y que antes que ver cómo hacernos más empleables o cómo hacernos monopólicamente de un saber para que nos contraten para esas tareas, ir construyendo proyectos que nos permitan decir que los años que estuvimos acá no tienen que servir para poder entrar al Estado, a las empresas o a las ONG, sino que se pueden pensar miles y miles de espacios y proyectos para trabajar y producir...

César Emilio Valdivieso París dijo...

Saludos amigo. Llegué a tu página por casualidad, buscando la frase "sería libre para", en referencia a un escrito que estoy realizando sobre el mundo sostenible del futuro. Al leer algunas de tus entradas, creo percibir en ellas una forma de pensar que se asemeja mucho a los planteamientos de una propuesta de alcance mundial denominada "El Proyecto Venus" (www.thevenusproject.com). Te recomiendo una visita a su web, y si te entusiasma, te invito a unirte al grupo en tu país (que entiendo es Argentina). Yo estoy haciendo lo propio en Venezuela, y me he encontrado con gente muy interesante y abierta al intercambio de ideas. Te felicito por tu blog y por tus escritos, todos muy agradables y estimulantes.