El otro está frente a mí. Lo veo.
Cuando el otro está más allá. Lo miro.
El otro está justo acá. Lo ignoro.
A veces me toca ser el otro. Me miran de lejos.
Me miran de nuevo: de re-ojo.
Ahora me acerco. Se hacen los que no me vieron.
Esta vez te vi mientras me veías.
A medida que me acerco veo tu mirada sonriente.
Estoy acá y ahí, en el brillo de tus ojos.
Y seguí hasta el abrazo.
Mientras veo por sobre tu hombro, se me cierran los ojos.
Y recién entonces, nos reconocimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario